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jueves, 15 de abril de 2010

Sistemas educativos eficaces

Sistemas educativos eficaces
Por: Mariano Herrera

Recientemente fue publicado un estudio acerca de los Sistemas Educativos Eficaces. Su título es: “Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivos”. Sus autores son: Michael Barber y Mona Mourshed y fue editado en español por PREAL en Chile en julio de 2008. El estudio intenta responder a una pregunta formulada de manera muy sencilla: “¿Qué tienen en común los sistemas educativos con alto desempeño y que mejoran con rapidez?” La respuesta también es sencilla y el estudio lo muestra con mucha claridad. Y es que, para decirlo en pocas palabras, los sistemas educativos eficaces tienen docentes eficaces, bien formados y bien tratados por la sociedad.

En esta columna lo hemos planteado de manera reiterativa: Lo principal para que el aprendizaje de los niños sea el mejor, es que sus docentes sean muy buenos. La finalidad de esta página de Acuerdo Social es aportar ideas y elementos concretos para el diseño de políticas públicas. Me permitiré presentar los resultados más resaltantes del estudio antes mencionado.

Quizás habría que destacar una de sus principales conclusiones, que concuerda con planteamientos hechos en esta columna muchas veces: El techo de la calidad de la educación es la calidad del desempeño de sus docentes. Es decir, poco hacemos gastando mucho dinero en educación, mejorando la infraestructura y hasta subiendo el sueldo de los docentes si no se atiende el desempeño del docente en el aula. Obviamente, no estoy diciendo que no haya que reparar y mejorar los edificios escolares, escuelas y liceos. Claro que hay que hacerlo y es urgente. También es indispensable que el sueldo de los profesionales de la educación sea mucho mayor que el actual. Pero lo que está claro es que eso es indispensable pero no suficiente para mejorar la calidad de la educación. Como ejemplo podemos averiguar si, en los estados o alcaldías en los que los docentes ya disfrutan de mayores beneficios económicos y de mejores condiciones de trabajo, los resultados de los alumnos son mejores. La experiencia venezolana no parece indicarlo. Mejoran los salarios, se embellecen y dotan muy bien las escuelas, pero los el rendimiento escolar no mejora.

El estudio sobre la eficacia de los sistemas educativos confirma lo anterior. No son mejores los sistemas educativos de países por el solo hecho de aumentar el presupuesto dedicado a la educación. Singapur, por ejemplo, uno de los países con mejor desempeño del mundo, gasta menos en educación primaria que 27 de los 30 países más ricos y desarrollados. Entonces ¿qué es lo que sí es común a los países que obtienen los mejores resultados y mantienen la mejora de manera sostenida y consistente en el tiempo?

El estudio afirma que: “Las experiencias de los más exitosos sistemas educativos resaltan la importancia de tres aspectos:
– conseguir a las personas más aptas para ejercer la docencia;
– desarrollarlas hasta convertirlas en instructores eficientes; y
– garantizar que el sistema sea capaz de brindar la mejor instrucción posible a todos los niños.”

Los sistemas educativos eficaces estudiados, pertenecen a países con culturas muy diferentes, están situados en lugares muy diversos de nuestro planeta y no muestran mayores similitudes entre ellos. Apenas esas que acabamos de mencionar.

¿Cómo se traduce esto para el diseño de políticas públicas educativas?

El sistema educativo tiene que: 1) Asegurarle a la sociedad que está atrayendo a los mejores bachilleres hacia la docencia. 2) Asegurar que las instituciones de formación docente formen a sus estudiantes con un alto nivel de profesionalización y especialización. Y 3) Garantizar que en las escuelas haya suficiente capacidad institucional para asegurar que los alumnos se beneficien del desempeño de sus docente y mejoren cada año su rendimiento y alcancen el bachillerato con dominio de aptitudes, valores y competencias que les permitan ser útiles a la sociedad y prosperar en ella a lo largo de su vida. Cada una de estas políticas requiere medidas específicas tales como selección y formación, el personal, seguimiento y apoyo a la escuela y al aula y sistemas de evaluación que permitan monitorear el progreso.

Seleccionar a los mejores para que ejerzan la docencia es una de las maneras más eficaces de producir justicia social. Esto es una estrategia vital de mediano plazo. Por eso hay que empezar por lo que es posible de inmediato. Actualmente se están reclutando y nombrando docentes con poco rigor. Muchos sin haber terminado la formación inicial, como contratados y otros, egresados de universidades, pero sin pasar por concurso ni garantía de buen desempeño.

En Venezuela se están estrenando muchos gobernadores y alcaldes con nuevos equipos de gerencia de la educación regional y local. Ojalá se centren en la mejora de la calidad y trabajen para que los niños aprendan más y mejor cada día. Esto no es un asunto de voluntarismo ni de improvisación. Hay que diseñar políticas específicas bien centradas, y medidas que tengan consecuencias a corto y mediano plazo. Es indispensable evitar politiquerías y distracciones que hacen perder tiempo, dinero y… futuro.

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