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lunes, 20 de agosto de 2012

Directores ¿Para qué?

Artículo publicado en el Diario Tal Cual el lunes 20 de agosto de 2012
Por:  Mariano Herrera
En declaraciones a la prensa recogidas por la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), la actual Ministra de Educación Maryann Hanson se refiere al problema de la falta de directores de escuelas de esta forma: “En las escuelas donde no haya director titular la responsabilidad la asume el director encargado, puesto que es imposible mantener planteles acéfalos” . El problema es que un director encargado no es lo mismo que uno titular por muchas razones, entre otras porque puede ser removido en cualquier momento y también porque al no ser titular su autoridad llega muy disminuida y sus funciones quedan relegadas a asuntos administrativos menores. Tampoco es “imposible” que haya planteles acéfalos, puesto que es muy frecuente que haya escuelas acéfalas porque se jubiló el titular y las autoridades tardan mucho en designar al encargado o interino. De modo que ¿imposible?, no, no es imposible.
En una segunda parte de su declaración, y cito a la AVN: “Hanson destacó que de acuerdo al nuevo modelo de administración escolar, que se fundamenta en la democracia participativa y protagónica, el director es importante, pero no determinante, toda vez que la toma de las decisiones dentro del plantel se realiza a través de los colectivos, figura que se impulsa en el seno del plantel y que a su vez conoce a fondo el entorno de la escuela y las verdaderas necesidades de la localidad.” Nadie conoce ese “nuevo modelo” pero sí es evidente que en él  no se le atribuye mayor importancia a la gestión escolar ni a los directores. Según la ministra “la toma de decisiones se realiza a través de los colectivos…”. Los colectivos pues, ¿Realizan visitas a las aulas para verificar los métodos pedagógicos de los docentes?¿Revisan también los cuadernos de los alumnos para hacer observaciones y aconsejar a docentes y alumnos? ¿Revisan igualmente la planificación diaria, las evaluaciones? En el “nuevo modelo de administración escolar”,  todo el trabajo profesional, que en muchos países exige postgrado y que es competencia de los directores, no tiene ninguna importancia. Los “colectivos” toman las decisiones. Queda pues muy claro: Este gobierno desea  hacer innecesaria la figura y las funciones del director de escuela. Los colectivos, que como se sabe, pueden estar muy politizados, clientelarmente hablando, dirigirán las escuelas.
Esto no es sino otra muestra más de una de dos cosas: O ignorancia o desprecio por el saber y la experiencia. Porque todos los estudios nacionales e internacionales y la inmensa mayoría de los expertos coinciden en que la figura del director es fundamental para el buen funcionamiento de la escuela. Lo otro, lo de los colectivos, es un afán irresponsable del control político absoluto. Por supuesto, eso no será posible.
Por suerte, el próximo gobierno, el de Capriles, va a poner en marcha programas de selección, formación y apoyo a los directores, para que la sociedad cuente con excelentes profesionales dirigiendo escuelas y llevándolas hacia el mejoramiento permanente de la calidad de la educación.

lunes, 6 de agosto de 2012

El discurso de Capriles

No dejen de leer este Interesante artículo de Fernando Mires

Retrato del régimen


Retrato del régimen
Por Mariano Herrera
Publicado en el diario Tal Cual el lunes 6 de agosto de 2.012

Este es un artículo en el que expreso mi opinión acerca del régimen actual. Creo que no aporto nada nuevo, pero lo digo como lo he conversado muchas veces con familiares y amigos.

Chávez y buena parte su gobierno, tienen una obsesión por ideas comunistas muy primitivas como la de que no va a existir sino una sola clase social, que toda la economía debe ser del Estado, que la empresa privada es enemiga del progreso social y atenta contra todo principio socialista, etc. Por otro lado, se rigen por la premisa anti-ética "el fin justifica los medios". Se atribuyen a sí mismos (¿en nombre de quién o de qué?) una absoluta superioridad moral, cuya consecuencia es una impunidad absoluta para los camaradas más leales.
Para ellos, primero está el interés de la revolución que el respeto a la constitución y a las leyes. Esta manera de actuar sin escrúpulos es autoritaria y arbitraria. Los altos funcionarios deciden cuándo violar y cómo interpretar las leyes. A esta justificación de las acciones de gobierno, autoritarias como lo fueron  y lo son todos los gobiernos comunistas que sobreviven, se le añade el carácter militar y militarista.
El régimen está lleno de militares en funciones de alto poder en todo tipo de ministerios e instituciones oficiales. Y, como lo argumentan muchos expertos en el tema, se han cambiado las leyes para poner a la Fuerza Armada al servicio de una persona y de una parcialidad política. Ya nuestros militares no están para defender a todos los venezolanos, sino al líder del PSUV y a sus partidarios.

Pero como la sociedad es compleja y la política no lo es menos y dado que los actuales gobernantes, a pesar de no ser demócratas, llegaron al poder bajo reglas democráticas con elecciones libres, no les ha quedado más remedio que mantener algunas apariencias de democracia formal. Pero, también han conservado algunas prácticas aberrantes, como el clientelismo político, el tráfico descarado de influencias y la corrupción. Con este régimen esas aberraciones se han exacerbado, con las listas discriminatorias (Tascón y otras), los cargos públicos distribuidos entre familiares y amigos con un desprecio absoluto por el saber y el talento, y la exhibición inescrupulosa de fortunas inimaginables obtenidas de la noche a la mañana. Y, no menos grave, el nombramiento de personal clave, como maestros y profesores, exigiendo única y exclusivamente el carnet del PSUV y una lealtad absoluta al líder como muestra de desempeño. Por último un uso de los recursos públicos destinados a mantener a la población más vulnerable, en un estado de dependencia económica y de sumisión monárquica al gobierno.
Estamos bajo un régimen de ideas primitivas, autoritario, que se burla de la democracia, y usa los vicios de las sociedades atrasadas, como la corrupción y el control absoluto del partido hegemónico sobre todos los funcionarios públicos. No le interesa que nada mejore porque estamos en transición al socialismo y mejorar algo sería fortalecer el capitalismo vigente.
Pero van a perder las elecciones, va a ganar Capriles, y podremos empezar a mejorarlo todo.