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jueves, 23 de enero de 2014

Estado de Justicia

Publicado en la página web de Globovisión

Por: Mariano Herrera

El artículo 2 de la Constitución dice así: “Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia…”. Creo que, a pesar de lo desapercibido que pasó, en él se encierran muchos de los conceptos por los que hoy se rige este gobierno. Por una parte, no era necesario precisar que Venezuela es un Estado social. Todos los estados son sociales a menos que, cómo en biología, se trate de un estado sólido, líquido o gaseoso y quizás en física hay varios estados de la materia. Pero un Estado siempre es social. De modo que ese término está incompleto. No se atrevieron a poner “socialista”. Pero eso es lo que significa para quienes hoy gobiernan. Por mucho que se hagan los locos. Pero, desgraciadamente para ellos y afortunadamente para el resto de la sociedad, la palabra “socialista” no está en la Constitución vigente. Digo afortunadamente porque es gracias a su ausencia que no se había avanzado hacia un socialismo a la cubana o a la soviética que es como los actuales dueños del poder lo entienden y lo desean. Sin embargo, cada vez más, están legislando y adelantando políticas públicas socialistoides o con tufo de comunismo soviético.
El segundo atributo, aún más peligroso a mi entender, es que somos un Estado de Derecho y de Justicia. Decir que somos un estado de Derecho es establecer que la justicia depende de las leyes, es decir que toda decisión justa debe apegarse a la Constitución y las leyes, No existe otra manera de hacer justicia. Pero al hacer la diferencia entre “Derecho” y “Justicia” la Constitución permite que exista una justicia que no se rige por el Derecho. Y entonces ¿quién decide lo que es justo si no son las leyes? Pues el que gobierna, el que tiene el poder. Y aún más, como quienes gobiernan están absolutamente convencidos de la superioridad moral de su ideología, todo lo que la beneficie, es decir todo lo que se considere revolucionario, entra dentro del Estado de Justicia y deja de lado al Estado de Derecho.
De modo que, en esa frase, escondida en un artículo de la Constitución está todo lo que se pretendía hacer, se ha hecho y se va a seguir haciendo: Imponer una ideología, acabando con el pluralismo y con la alternancia  en el poder, características indispensables de la democracia. También seguirán realizando actos fuera de la Constitución y  de las leyes, es decir, acabando con el Estado de Derecho. Todo en nombre de un "Estado de Justicia", fundamento de la pretendida superioridad moral de quienes están en el poder. Por eso se imponen sentencias a los jueces, se hacen trampas legalizadas en el CNE y se pasa por encima de la organización geopolítica de la Constitución, poniendo a las comunas por encima de gobernaciones y alcaldías. Todo eso porque somos un Estado socialista (y no social) y tampoco de Derecho sino de Justicia. La que está a discreción del poder.

lunes, 20 de enero de 2014

Directores eficaces para escuelas eficaces

Reportaje en el diario El Impulso del 7 de enero de 2014

Directores eficaces para escuelas eficaces


El funcionamiento actual de las instituciones educativas evidencia, según el doctor Mariano Herrera, la escasa autoridad que poseen los equipos directivos en las escuelas oficiales, personal indispensable para el funcionamiento eficaz y la calidad educativa de estas instancias.
Tanto la normativa legal vigente como el sentido común señalan que el director es el supervisor nato de la escuela y que debe poseer competencias ligadas a la función de supervisión, acota el autor del documento denominado "Gerencia escolar y calidad de la educación”, publicado en el libro "Educación para transformar el país”, publicado en el 2012 y elaborado por un equipo de académicos venezolanos con el fin de plantear propuestas para mejorar el sector.
El texto elaborado por Herrera pretende contribuir con alternativas que permitan mejorar la calidad de la educación en las escuelas públicas a través de la gerencia escolar, es decir, del fortalecimiento de los directores de las escuelas, y se encuentra disponible en su totalidad en la página web www.cerpe.org.ve.
En el mismo, el docente y doctor en Educación explica que "el funcionamiento cotidiano de las escuelas y la relación de la dirección de las escuelas con las autoridades educativas y con los gremios, producen una desautorización de las acciones administrativas de los directores.
Por tanto, para fortalecer las funciones de los directores, es necesario realizar reformas en los requisitos burocráticos que actualmente dificultan e impiden que ejerzan con autoridad suficiente su responsabilidad de supervisores de primera instancia de las escuelas que dirigen”.
La formación de quienes conforman el equipo de dirección, a su juicio, es esencial y debe incluir temas importantes como: -Los estudios acerca de la gestión de los directores de escuelas eficaces. -Las implicaciones y los retos que representa para la gestión escolar la descentralización del sistema educativo. -Los problemas y los retos de la gestión de escuelas más autónomas. -El rol pedagógico del director. -Trabajo en equipo y delegación de funciones.
De la experiencia de la gestión de los directores de escuelas eficaces se derivan factores claves que deberán incorporarse en un plan de formación.
Además, se deben considerar las situaciones eventuales que afectarán la gestión del director, vinculadas a reformas del sistema educativo e innovaciones que serán ejecutadas al ponerse en marcha planes o programas del Ministerio de Educación.
La formación también debe estar orientada por tres referencias: La situación actual de la gestión de escuelas: sus problemas, sus soluciones; la formación de directores ofrecida por las instituciones de educación superior; y el marco legal de la gestión escolar vigente.
Calidad indispensable
La calidad de la educación depende de muchos factores, entre los que destacan los directores de las escuelas y colegios, dado que representan un eje determinante en el rendimiento, así como en los procesos que conducen o no al éxito escolar de sus alumnos.
El autor aborda, en ese sentido, el tema de la gerencia educativa con un enfoque en varios niveles que van desde la escuela hasta el sistema educativo como un todo.
"Se trata de un recorrido que intenta articular las relaciones entre niveles desde la escuela hasta el Ministerio de Educación. En dicho recorrido proponemos temas y orientaciones para la formación de los equipos de directores de escuelas, modos de organización de instancias intermedias, organización del sistema educativo descentralizado y diseño de un sistema de información y de evaluación”.
Herrera se plantea la interrogante: ¿de qué depende la calidad de la educación? y el mismo responde que tiene que ver esencialmente con cómo funciona la escuela y el aula, es decir, de los procesos didácticos o pedagógicos. "Obviamente, existe una relación de causa-efecto entre los procesos y los resultados. De modo que lo que se hace en la escuela y en el aula es determinante en los resultados, a saber, en el rendimiento estudiantil, en el aprendizaje de los alumnos”.
Numerosos estudios hechos en Venezuela y también en otros países, han demostrado una y otra vez que uno de los pilares para mejorar la calidad de la educación en las escuelas son los propios directores, entendiendo por directores no las personas que ejercen formalmente ese cargo, sino un equipo de personas, generalmente sin responsabilidades de aula, tales como subdirectores, coordinadores pedagógicos, entre otros.
"Se sabe que cuando las escuelas funcionan bien, es decir, cuando garantizan buenas clases y aprendizajes de calidad para todos los alumnos, sus directivos están detrás de una serie de factores que explican ese buen funcionamiento”.
Hay que insistir en que esa calidad debe beneficiar siempre a todos los alumnos, continúa Herrera, independientemente de su origen social, de su situación familiar y de sus diversas personalidades, vocaciones y talentos. "No es suficiente que las escuelas o los colegios garanticen que unos pocos alumnos se destaquen y tengan mucho éxito en su vida extraescolar, ya sea en sus estudios universitarios o en otras actividades en la sociedad. Lo que caracteriza una escuela de calidad es que la enseñanza sea de buen nivel en todas las áreas, y que esos aprendizajes beneficien a todos los alumnos de la escuela”.
Para mejorar la calidad de las escuelas los alumnos deben estar bien atendidos, sentirse bien en su escuela y aprender de manera óptima lo que necesitarán para su vida en la sociedad. Requieren una escuela en la que se viva en un ambiente agradable pero exigente, en el que los docentes y directivos garanticen un bienestar colectivo, en un clima de respeto mutuo, de comprensión ante lo diverso y de no tolerancia ante la agresividad y la violencia.
"Los docentes deben ser excelentes profesionales, capaces de motivar y llevar a sus alumnos hacia temas nuevos, que generen curiosidad y produzcan muchos aprendizajes valiosos y duraderos”.
Selección y formación
Una medida de políticas públicas en educación debería ser iniciar y desarrollar un sistema de selección y formación de directores de planteles escolares de todos los niveles.
Se trata de que los directores seleccionados aprendan cómo pueden sus escuelas realizar procesos satisfactorios de cambio que incrementen el desarrollo de todos los alumnos mediante la optimización de los procesos de enseñanza y aprendizaje y de las estructuras organizativas del centro, y aplicar ese conocimiento a una mejora real de la escuela.
"De ese modo se orienta acerca de "adónde ir” (eficacia) y "cómo ir” (mejora). Esto, además, da una pista concreta para diseñar políticas públicas que apunten hacia una mejora de la calidad de la educación, medida por indicadores aceptados nacional e internacionalmente, con un punto de arranque y de impacto relativamente rápido.
Y ese punto de arranque podría ser un programa de formación de directores, basado en lo que se sabe sobre cómo lo hacen los directores de escuelas eficaces, y destinado a todos los directores de escuelas oficiales de Venezuela”.


Directores eficaces para escuelas eficaces

Sobrevivientes CICE

Este video es un buen manual para directores de escuela: ¿Cómo cambiar para mejorar?


Agenda educativa 2014

Publicado en Tal Cual el lunes  20 de enero de 2014
Por: Mariano Herrera

Lo primero que hay que tomar en cuenta es que tenemos un nuevo ministro. Y con respecto a él es necesario empezar por lo que ha sido su “debut”. Una de sus primeras declaraciones fue la de despreciar la formación universitaria de los médicos venezolanos. De modo que en un solo zarpazo, insultó a todos los profesionales de la medicina y, de paso, a las universidades que los formaron y los siguen formando. Esto no cambia nada. El gobierno siempre ha expresado su desprecio por el saber, la ciencia, las academias y las universidades.
También en las declaraciones del día del maestro, el nuevo ministro dejó ver su desvalorización por la docencia y la educación escolar en general. Dijo “…la educación va más allá de la escuela”. Esa frase no debería ser la primera que dice un ministro de educación porque su principal responsabilidad es la educación escolar. No la que va más allá de la escuela. Por supuesto que el Ministerio de Educación tiene que influir en lo que hacen otras instancias educativas como las familias y los medios de comunicación. Pero sobre esas no tiene poder administrativo directo ni es su responsabilidad específica. En cambio, sí tiene bajo su responsabilidad todo lo escolar. El bienestar de los alumnos, las condiciones de trabajo de los docentes, el estado de la infraestructura, el cupo, el curriculum, las relaciones con la comunidad educativa, el Programa Alimentario Escolar, la supervisión educativa, la promoción de la educación privada. Empezar la gestión diciendo que lo más importante de su trabajo no está relacionado con alumnos, docentes y escuelas, no es lo más acertado para un ministro de educación estrenándose.
Algunos temas álgidos están pendientes y serán polémicos. Otros, igual de álgidos, necesitan atención y no es seguro que ni la sociedad ni el gobierno se la concedan. Los actuales y pendientes son dos: El llamado curriculum bolivariano y la Resolución N° 58. Diseñar un curriculum es un asunto de interés nacional. El gobierno está obligado a exponer sus objetivos, tomar en cuenta las tendencias internacionales en términos de competencias del siglo XXI que deben dominar los egresados del sistema y la opinión de actores y protagonistas nacionales. Entres estos destacan los docentes y sus gremios, las universidades, las academias, las comunidades educativas, los medios de comunicación, los empresarios, las iglesias, las ONGs, entre otras.
De la misma manera, la Resolución 58 necesitará reformas y cambios porque es muy poco funcional y parece delegar en docentes y familias responsabilidades del Estado, y, en cambio existe confusión en las responsabilidades de directivos, docentes y familias.

El otro tema álgido es la escasez de docentes en Educación Media. El problema viene de lejos y se expresa en dos realidades: La más visible es el déficit de profesores, especialmente en matemática ciencias e inglés. Pero también en la disminución progresiva de alumnos y egresados, futuros profesores en esas áreas. Lo cual es una manifestación de lo poco atractiva que es la carrera. La sociedad requiere que la profesión de educador esté entre las más valoradas por la sociedad. Es un tema sobre el cual es indispensable empezar a trabajar y la batuta la tiene que tener el ministro de educación. Ojalá lo haga. 

domingo, 19 de enero de 2014

El día del maestro

Artículo publicado el domingo 19 de enero de 2014 en Últimas Noticias

El día del maestro
Por: Mariano Herrera
El miércoles pasado 15 de enero fue el día del maestro. Deberíamos haber celebrado y probablemente hubo celebraciones de diverso tipo. En general, el “regalo” a los docentes es decretar “de facto” ese día como feriado. No sabemos si eso es una manera de valorar la profesión, es decir, que lo mejor para el maestro, ese día, sea no ir al trabajo. En todo caso, veamos efectivamente el valor de la profesión. ¿Cuántos bachilleres quieren ser docentes? Son escasos, especialmente en Educación Media.
La escasez de vocaciones docentes es de larga data y las negligencias de los gobiernos en este tema han sido continuas. Pero esto no es una justificación válida. Que otros gobiernos hayan hecho algo malo no puede ser la razón para que este gobierno lo siga haciendo. Y en educación, las consecuencias de lo que se hace mal o lo que deja de hacerse no se pagan inmediatamente ni son visibles o tangibles. Cuando un médico se equivoca o sucede un accidente en un quirófano los pacientes sufren inmediatamente las consecuencias. En cambio, con esta negligencia de las autoridades educativas nacionales, varias generaciones de alumnos de Educación Media han dejado de estudiar diversas materias de primero a quinto año. Especialmente las científicas e inglés. Esto representa un vacío en el dominio de competencias necesarias para la inserción social y económica de estos alumnos, que, además, genera problemas cuando se inscriben en las universidades. El daño que se hace en educación no pasa factura inmediata pero sí se cobra mucho después, cuando puede ya ser irreparable. Y esa es la mayor responsabilidad de las actuales autoridades educativas.
La desvalorización de la profesión ha tenido otras causas. En 2004 se eliminaron los concursos de ingreso y de ascenso en la carrera docente. Desde 2009, la Ley Orgánica de Educación establece como manera de ingresar al sistema educativo, ser nombrado como interino. Desde ese año se nombra pues a dedo a los docentes como interinos durante años, con lo cual no tienen estabilidad laboral y ello permite que, muchas veces, sean obligados por las autoridades a trabajar en actividades proselitistas.

Los nombramientos clientelares hacen mucho daño porque comunidades y colegas se dan cuenta de que los que obtienen los cargos no lo hacen por méritos personales sino por conexiones con los líderes locales del PSUV. Por otro lado, la discriminación partidista del gobierno ha sido masiva y descarada. En las Zonas Educativas informan abiertamente que no se dará empleo a egresados de la UPEL, UCAB, UCV, etc., instituciones de más larga trayectoria y experiencia en la formación de docentes. Esto ha disuadido a los bachilleres de seleccionar la profesión de educador, sabiendo que sólo podrán trabajar los que se gradúen en instituciones ideológicamente identificadas con el gobierno.

De modo que no hay nada que celebrar salvo que se abra un proceso de diálogo en el que todos estos asuntos se planteen con la participación protagónica de actores clave como gremios, universidades, academias, expertos y comunidades educativas y se alcance un gran acuerdo nacional por la educación. Esperemos que así sea.

viernes, 17 de enero de 2014

El valor de la profesión educadora


El valor de la profesión educadora

Por: Mariano Herrera

Ayer 15 de enero se celebró el día de maestro. Sirva la ocasión para hacer algunas propuestas relacionadas con el valor de la profesión educadora.

En estos momentos la carrera docente está desvalorizada en términos del sueldo que ganan maestros y profesores y del poco prestigio que tiene la profesión. A los bachilleres con las mejores calificaciones ni se les ocurre estudiar educación, prefieren estudiar ingeniería o comunicación social.

La actual escasez de profesores de ciencias en educación media, se debe a que la profesión es poco atractiva. Los mejores bachilleres no quieren ser docentes sino que tienden a seleccionar carreras con mejor sueldo inicial y más probabilidades de desarrollo profesional y progreso económico. Estudiar para ser profesor de ciencias se percibe como muy exigente para una perspectiva laboral sin incentivos positivos y muchos negativos.  Eso se debe invertir, los mejores bachilleres deben ser atraídos por la docencia. ¿Cómo lograrlo?

Para hacer atractiva la carrera hay que trabajar en varias direcciones: lo primero es el sueldo, hay que multiplicar por lo menos por tres el sueldo inicial de los docentes; en segundo lugar está el tema de la especialización. La carrera universitaria docente debe ser percibida como exigente, de alto nivel, debe especializar mucho más. Un profesional debe tener conocimientos que sólo los egresados de esa carrera sean capaces de dominar. De la misma forma en que no se puede sustituir a un médico, tampoco cualquiera puede ser suplente de maestros y profesores.

También es necesario mejorar las condiciones de trabajo. El ambiente escolar debe ser atractivo, con un clima de mucho profesionalismo, donde se discutan los temas pedagógicos y de la especialización. Por otro lado, las condiciones físicas de las escuelas deben ser buenas, las escuelas no pueden parecer ranchos, ni tener techos de zinc. Las condiciones de trabajo actuales desvalorizan la profesión.

De la misma manera, para hacer atractiva la profesión se necesita disponer de una visión de carrera. No se es docente para estar siempre obligatoriamente en un salón de clases. Existen otras áreas, como la evaluación, la planificación, la capacitación, la innovación, la dirección escolar, la supervisión, etc.

Todos estos temas pueden y deben ser parte de una agenda para el diálogo. El gobierno deberá convocar para un gran acuerdo nacional sobre la educación y se podría empezar por este tema crucial: El valor de la profesión educadora. Mientras tanto valgan mis sinceras felicitaciones a todos mis colegas docentes.