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domingo, 19 de enero de 2014

El día del maestro

Artículo publicado el domingo 19 de enero de 2014 en Últimas Noticias

El día del maestro
Por: Mariano Herrera
El miércoles pasado 15 de enero fue el día del maestro. Deberíamos haber celebrado y probablemente hubo celebraciones de diverso tipo. En general, el “regalo” a los docentes es decretar “de facto” ese día como feriado. No sabemos si eso es una manera de valorar la profesión, es decir, que lo mejor para el maestro, ese día, sea no ir al trabajo. En todo caso, veamos efectivamente el valor de la profesión. ¿Cuántos bachilleres quieren ser docentes? Son escasos, especialmente en Educación Media.
La escasez de vocaciones docentes es de larga data y las negligencias de los gobiernos en este tema han sido continuas. Pero esto no es una justificación válida. Que otros gobiernos hayan hecho algo malo no puede ser la razón para que este gobierno lo siga haciendo. Y en educación, las consecuencias de lo que se hace mal o lo que deja de hacerse no se pagan inmediatamente ni son visibles o tangibles. Cuando un médico se equivoca o sucede un accidente en un quirófano los pacientes sufren inmediatamente las consecuencias. En cambio, con esta negligencia de las autoridades educativas nacionales, varias generaciones de alumnos de Educación Media han dejado de estudiar diversas materias de primero a quinto año. Especialmente las científicas e inglés. Esto representa un vacío en el dominio de competencias necesarias para la inserción social y económica de estos alumnos, que, además, genera problemas cuando se inscriben en las universidades. El daño que se hace en educación no pasa factura inmediata pero sí se cobra mucho después, cuando puede ya ser irreparable. Y esa es la mayor responsabilidad de las actuales autoridades educativas.
La desvalorización de la profesión ha tenido otras causas. En 2004 se eliminaron los concursos de ingreso y de ascenso en la carrera docente. Desde 2009, la Ley Orgánica de Educación establece como manera de ingresar al sistema educativo, ser nombrado como interino. Desde ese año se nombra pues a dedo a los docentes como interinos durante años, con lo cual no tienen estabilidad laboral y ello permite que, muchas veces, sean obligados por las autoridades a trabajar en actividades proselitistas.

Los nombramientos clientelares hacen mucho daño porque comunidades y colegas se dan cuenta de que los que obtienen los cargos no lo hacen por méritos personales sino por conexiones con los líderes locales del PSUV. Por otro lado, la discriminación partidista del gobierno ha sido masiva y descarada. En las Zonas Educativas informan abiertamente que no se dará empleo a egresados de la UPEL, UCAB, UCV, etc., instituciones de más larga trayectoria y experiencia en la formación de docentes. Esto ha disuadido a los bachilleres de seleccionar la profesión de educador, sabiendo que sólo podrán trabajar los que se gradúen en instituciones ideológicamente identificadas con el gobierno.

De modo que no hay nada que celebrar salvo que se abra un proceso de diálogo en el que todos estos asuntos se planteen con la participación protagónica de actores clave como gremios, universidades, academias, expertos y comunidades educativas y se alcance un gran acuerdo nacional por la educación. Esperemos que así sea.

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