Publicado en Tal Cual el lunes 18 de abril de 2013
Por: Mariano Herrera
El gobierno actual ha engañado a la población venezolana con
grandes declaraciones que no se corresponden con la realidad. Esto es
especialmente cierto en educación.
Uno de los engaños más notorios y descarados es el haber
declarado a Venezuela “Territorio libre de analfabetismo”. En 2003, el gobierno
anunció que había alfabetizado a 1.202.025 venezolanos. En 2005, el ministro de Educación Aristóbulo
Istúriz afirmó que 1.482.543 personas aprendieron a leer gracias al método
cubano "Yo sí puedo”.
Los datos suministrados por el INE dan cuenta de 1.576.000
mil analfabetas en 2001. 10 años después la cifra se reduce a unas 1.418.000
personas iletradas. De modo que en total se alfabetizaron unas 158.083 personas. Pero,
la ministra de Educación, Maryann Hanson, afirma,
en la presentación de la Memoria y Cuenta de 2.010, que desde
2003 se han alfabetizado a 1.722.667 personas. Las cifras se contradicen.
Alguien nos está engañando. El INE, en el censo de 2.011, señala que el
analfabetismo afecta todavía a 4,9% de la población. Sí, es cierto, bajo en 10
años. Pero menos que en los 10 años anteriores. Entre 1.990 y 2001 el censo
destaca que se alfabetizaron 237.230
personas. Casi 80.000 personas más que las alfabetizadas durante los últimos 14
años. Confusión y engaño es lo que ha reinado sobre este tema.
Otro engaño es el de las escuelas
bolivarianas. El gobierno afirma que existen 10.000 escuelas bolivarianas. Pero
resulta que ahora llaman bolivarianas a escuelas que no cumplen con las
condiciones de serlo. El concepto original de escuela bolivariana es que tengan
un solo turno de 8 horas con los mismos alumnos y docentes a tiempo completo en
un horario de 8 am a 4pm. Esto mejoraría considerablemente las condiciones de
trabajo y de estudio. Los alumnos tendrían horas para actividades académicas,
recreativas, culturales y deportivas. Los docentes tendrían tiempo para
planificar, evaluar, trabajar en equipo y atender a alumnos con necesidades específicas. Además
de contar con 3 comidas diarias, desayuno, almuerzo y merienda. Este
concepto nace en la innovación que se
hizo en los años 90 en el estado Mérida, bajo la dirección del profesor Antonio Luis Cárdenas, quien luego
fue ministro de educación. Esta era pues una propuesta capaz de generar
consensos entre familias, personal docente y expertos. No obstante desde hace
varios años, el gobierno decreta que son
bolivarianas, escuelas que mantienen dos turnos con 2 grupos de alumnos, uno
por la mañana y otro por la tarde. Ninguna diferencia con la situación previa
al nuevo nombre. Escuelas bolivarianas a doble turno son un gran engaño que no
deja de ser sino un auto-engaño: Sólo el gobierno se lo cree.
El gobierno no cumple. Sus promesas a
las universidades de apoyarlas para evitar agresiones y violencia en sus
recintos nunca se han materializado. Siguen los extremistas oficialistas
haciendo de las suyas en total impunidad, sin que las autoridades (las del
gobierno) actúen sancionando a los culpables. Puras mentiras y engaños.