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lunes, 21 de abril de 2014

“Gobierno blandengue” y bullying político

Por: Mariano Herrera
Publicado en el diario Tal Cual el lunes 14 de abril de 2014

En estos días, tuve una acalorada discusión con un chavista radical. Y eso que empezamos con un acuerdo inicial: No nos gustan las guarimbas. Para resumir: El amigo chavista le echa la culpa de todos los problemas, que reconoce que sufre Venezuela hoy, a la oposición, incluso a la mal llamada 4ta república. El contrabando de extracción es culpa de las empresas privadas que sólo buscan beneficiarse comprando a 6,30 y vendiendo en Colombia, para traerse los $ a la tasa de cambio innombrable. La escasez es culpa del acaparamiento de empresarios despiadados contra el  pueblo que sólo buscan especular. La devaluación es culpa única y exclusivamente de “esa maldita página web” refiriéndose a la lechuga verde  o a cualquiera actualizada. La violencia, la droga  y los secuestros, culpa de los paramilitares uribistas. La corrupción es culpa del quien soborna, que es siempre la burguesía parasitaria.
Para llegar a algo, terminé aceptando que todo eso podía ser verdad y que si lo era, yo apoyaría que los culpables fueran identificados, detenidos, juzgados y encarcelados. Pero como eso no ha sucedido, hay que pensar que, en caso de que todo sea como él sinceramente lo cree, en Venezuela, o no hay gobierno, o el gobierno es inepto. Y fue entonces cuando soltó presa. Dijo “es un gobierno “blandengue””.
Mi amigo chavista tiene alguna razón en su planteamiento. Claro que no es cierto que el contrabando de extracción sea culpa de empresarios golpistas. Obviamente se trata de un negocio con muchos socios: Gobierno, empresarios probablemente enchufados y guardia nacional, todos cómplices y organizados para dejar pasar gandolas de manera ilegal. Y claro que tampoco es cierto que esa sea la causa de la escasez, ni  que las cantidades que dice el gobierno que se le “escapan” por ahí sean tan elevadas. Tampoco depende el precio del dólar de una página web. Pero lo que sí es cierto es la falta de gobierno que no es capaz de controlar lo mínimo que es la aplicación de la ley en todos esos casos. Es la anomia generalizada.
De modo que, si eso es cierto, el gobierno es o cómplice o blandengue. Mi amigo aceptó esta deducción. Y como la lógica se puede aplicar a todo lo demás, es decir, si todos los males son culpa de la oposición, eso implica reconocer que la oposición se burla y le gana todas las batallas al gobierno blandengue, a pesar de tener todo el poder político y militar.
Lo que no aceptó el amigo que esa anomia generalizada, se combina con un ejercicio del poder político y económico muy autoritario de mano dura y abuso de “caribeador”, casi que bullying político.
En todo caso, es interesante el contraste entre la visión de la anomia de un chavista, que considera al gobierno “blandengue” por no poder contra una oposición creadora de todo tipo de caos, y la otra visión de gobierno autoritario que ha sometido a todos los poderes y quiere someter a toda la población para que obedezca sin chistar. El régimen quiere que la población le obedezca “rápida y exactamente y sin murmurar”.


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