Este artículo fue publicado por el diario Tal Cual el lunes 28 de mayo de 2012
Un buen profesor
Por: Mariano Herrera
Una de las soluciones más eficaces y permanentes para
garantizar una educación de calidad para todos los alumnos de primaria y secundaria,
es que tengan un buen profesor. Un buen maestro en primaria y un buen profesor
de cada asignatura en secundaria. Es lo que han hecho los sistemas educativos
en los países en los que la educación funciona bien. Es decir donde todas las
escuelas logran que todos sus alumnos aprendan lo que está en los programas y
ese aprendizaje es útil al alumno que sigue estudios
superiores o para quienes ingresan al mercado laboral. Están presentes pues los tres
elementos importantes: Cobertura, calidad y equidad.
Un buen profesor es un profesional especializado, es decir,
que domina el contenido de lo que enseña y los métodos de enseñanza más
variados y adaptados a la diversidad de sus alumnos. Con lo cual logra la
eficacia, es decir que él se sienta satisfecho como profesor y sus alumnos motivados con sus aprendizajes
cotidianos y con sus progresos de grado en grado.
Un buen profesor es una persona ética, que cumple con su
deber, su calendario, su horario, que respeta y aprecia a sus alumnos y a sus
colegas, que busca siempre mejorar y siente la angustia permanente del saber y
la preocupación humana por el devenir de las personas más jóvenes que están
bajo su responsabilidad profesional.
Toda sociedad debe exigir que el Estado garantice que en
cada aula haya siempre un buen profesor. Para eso debe promover 3 acciones de
política pública. La primera, hacer atractiva la profesión de educador para que
los mejores bachilleres del país seleccionen la educación como su carrera
preferida. La segunda lograr que las universidades se conviertan en centros de
alta especialización profesional y que sus estudiantes alcancen las
competencias más adaptadas al ejercicio de la docencia, lo cual incluye contenidos
teóricos y prácticos, cercanos a las realidades de las aulas de primaria y
secundaria. Y tercero, disponer de un sistema de reclutamiento de docentes que
garantice transparencia en los procesos y tino y eficacia en la selección.
Lo contrario de un buen sistema de selección es el uso del clientelismo político y de la
política como mecanismo de selección y de amedrentamiento de los docentes en
ejercicio. ¿Cuál creen ustedes que es el sistema que existe actualmente en
nuestro sistema educativo nacional, el que depende del MPP de Educación? Pues
obviamente el del clientelismo y la política dentro de las escuelas y liceos.
No hay mayor daño que ese. El que se le está haciendo a la educación venezolana
y a los alumnos mediante la extrema politización de la selección de los
docentes y como criterio para todas las decisiones administrativas y pedagógicas.
El gran cambio que nos llevará a una mejora gigantesca de la calidad educativa es
hacer desaparecer el clientelismo, desterrar la política de las escuelas y de
los liceos y asegurar un sistema de atracción, formación y selección de los
mejores venezolanos como maestros y profesores de nuestros niños y jóvenes.
Garantizar que todos tengan un buen profesor.
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