Páginas

lunes, 27 de mayo de 2013

La sociedad cambia si mejora la escuela

Por: Mariano Herrera

Se tiende a creer que mientras haya pobreza, la educación poco puede hacer. Que hay que esperar que cambie la sociedad para que cambie la escuela. Pero la sociedad cambia si la escuela mejora. Y la escuela mejora con maestros conscientes y muy competentes. Está demostrado que la pobreza disminuye en la medida en que aumenta el número de años de estudio de toda la población. Es decir, cuando se disminuya y se elimine el fracaso escolar y todos los niños que empiecen en preescolar culminen con éxito su bachillerato 12 años después, en esa misma medida disminuirá la pobreza y más venezolanos podrán vivir mejor. Y también está demostrado que ese éxito es posible lograrlo en todas las escuelas. Pero para ello se necesitan muy buenos maestros.

¿Qué hacer para tener más y mejores docentes? Los docentes requieren que la sociedad y el Estado los tomen mucho más en serio y los valoren de verdad. Hay que pagarles mucho mejor y apoyarlos en su labor cotidiana. En las aulas muchas veces se sienten solos frente a dificultades que implican sus enormes responsabilidades. Con frecuencia carecen de la formación especializada y del apoyo, requeridos para atender los problemas de enfrentar grupos de alumnos, la mayoría de ellos inquietos y difíciles de motivar, y para lograr que se interesen en los contenidos de los programas escolares.

Hay que mejorar la formación universitaria. Las universidades tienen que hacer un esfuerzo para mejorar las herramientas especializadas que requiere la profesión. La formación universitaria es necesaria y ha significado una mejora sustantiva en la educación venezolana, pero aún adolece de fallas que deben superarse con urgencia. La docencia es una profesión que requiere competencias específicas. Existe un desarrollo interesante de pedagogías comprobadamente eficaces, especialmente valiosas para los docentes que trabajan con alumnos provenientes de medios socio-culturalmente desfavorecidos.

También importa que los docentes dominen los contenidos de los programas oficiales y la cultura general. La formación universitaria debe aportar al docente un sólido dominio de los programas del grado, del nivel o de la asignatura que deberá enseñar y un amplio panorama sobre historia, geografía, arte y sólido dominio lingüístico y de las matemáticas.

Hacer atractiva la profesión de educador. Mejorar la formación universitaria de los docentes no basta. Es indispensable hacer de la carrera de educador una profesión atractiva y prestigiosa.  Para hacer atractiva la profesión, el Estado tiene que mejorar considerablemente las condiciones de trabajo. Ello significa, obviamente, mejorar considerablemente el ingreso, pero no sólo eso. Las escuelas deben ser instituciones agradables en todo lo que tiene que ver con su clima institucional y en su ambientación física. La prioridad de nuestra sociedad y el mandato que ésta le hace al Estado tiene que ser apoyar a los docentes y hacer todo para que la carrera educadora se convierta en la más atractiva de todas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario